En honor a nuestro fundador, José María Gras, creamos nuestros vinos “de Gras”.
Buscando expresar la visión y la pasión de cuatro generaciones y más de un siglo de compromiso y experiencia.
José María Gras tenía un toque muy personal: pasaba horas acariciando las parras, conversando con ellas. Esto mágicamente produjo parras generosas y las mejores uvas. Lejos de crear vinos sofisticados, “El Gringo” en sus propias palabras buscó crear “vinos que alegren el corazón”.
Los vinos de Gras provienen de los valles más reconocidos de Chile, dentro de los cuales se encuentra el Valle de Colchagua, lugar donde se inició este legado familiar, y que actualmente es reconocido como “el valle más premiado de Chile”.
Hoy, décadas después y en busca de perpetuar la memoria de nuestro antepasado, nace “de Gras”.
Un vino simplemente rico. Convertido en una tradición que refleja ese lazo de amor entre José María y las uvas.
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