Desde su llegada a Chile, hace más de un siglo, desde su nativa Barcelona España, la familia Gras ha estado trabajando para producir vinos de los mejores terroirs de Chile, con el objetivo de alegrar el corazón de las personas.

Viña MontGras se estableció formalmente en 1993 con la experiencia acumulada de dos generaciones y el claro objetivo de expresar la visión y la pasión de la familia, ofreciendo vinos simplemente ricos, diseñados para el disfrute.

Jose Gras Temuco

José Gras F., Temuco, Chile. –1950

El mundo está cada día más complejo.
Qué duda cabe.
Antes uno pedía un té y la pregunta de vuelta era: “¿con o sin azúcar?”
Ahora es: ¿té verde?, ¿té blanco?, ¿té negro?, ¿té de menta?,
¿té hibisco?, ¿té oolong?

O los amigos,
antes se reunían para discutir y arreglar el mundo cada vez que podían…
Ahora las conversaciones se dan frente a una pantalla, con la promesa de “juntémonos pronto”.

Es verdad, el mundo está cada día más complejo.

Al igual que el vino.
Una de las bebidas más antiguas de la historia,
y que seguramente por más tiempo ha estado en los paladares del mundo,
es quizás una de las más complejas de entender.

Pasando de generación en generación,
Es una bebida que ha ido cambiando su rol en la vida de las personas sin perder la esencia de su origen:
la tradición de miles de años.

La variedad de viñas, marcas, tipos jóvenes o añejos, cepas, terroirs,
graduaciones “tranquilas” o “generosas”, colores, sabores y aromas;
que no es lo mismo que bouquet…
…nos abruma.
Especialmente a quienes saben poco de vino.
Que son la inmensa mayoría de las personas.
En simple, el vino nos acompaña en los buenos momentos.

O en una rica conversación.
Lo compartimos con los amigos.
Y tiende puentes entre desconocidos.

Y esas situaciones son las que finalmente pasan a ser tradiciones.
Como familia, los Gras, llevamos las tradiciones en la sangre:
más de un siglo creando vinos de calidad, que expresen la visión y pasión de cuatro generaciones.
Vinos simplemente ricos desde siempre, sin pretensiones ni complicaciones.

Gracias a nuestro precursor, José María Gras “El Gringo”.
Proveniente de Barcelona, llegó a Santa Cruz a principios del siglo XX.

José María Gras tenía un toque muy personal: pasaba horas acariciando
las parras, conversando con ellas.
Esto mágicamente produjo parras generosas y las mejores uvas.
Lejos de crear vinos sofisticados, “El Gringo” en sus propias palabras
buscó crear “vinos que alegren el corazón”.
Cercanos.
Fáciles de tomar.
Y de apreciar.

Hoy, décadas después y en busca de perpetuar la memoria de nuestro antepasado,
nace de Gras.
Un vino simplemente rico.
Convertido en una tradición que refleja ese lazo de amor entre José María y las uvas.

En homenaje a este Catalán quien gracias a su visión
creó vinos que maravillan a personas del mundo.
de Gras ahora está con nosotros para disfrutarse.
Para traspasarnos esa tradición.

Porque sabemos que más que tomar historia,
la gente quiere tomar un rico vino.
Así de simple.
de Gras.